Pues sí, aquí comenzó todo, bueno no exactamente aquí, un poco antes, más bien unos meses antes.
Rondaba el mes de octubre de 2005, cuando en una de las salidas en bici de los sábados, nuestro compañero Antoñito "Hierro 5" (ahora ya "Hierro 6 o 7", no lo recuerdo, por el número de pruebas distancia Ironman que ha hecho), pues esa mañana mientras disfrutábamos de un tranquilo paseo en bici, nos comenta que para el 2006 quiere preparar otra prueba de Ironman.
En aquel entonces, los que luego nos fuimos metiendo en esto de los triathlones de larga distancia, solo hacíamos bici de carretera, algunas salidas con la Mtb y alguna carrerilla, a lo sumo correr la Media Maratón de Santa Pola, aunque ya llevábamos a nuestras espaldas maratones, marchas ciclistas de larga distancia, etc. Vamos, que estábamos curtiditos.
Con la idea rondando la cabeza, cada uno fue procesando lo que supondría preparar una prueba de tal calibre, y nos pusimos manos a la obra.
Tuvimos que realizar acopio de material, comprar neoprenos, acoples, alguna bici nueva, maletas para transporte, etc... vamos una pasta, pero por lo menos ya lo tenemos.
Como todos los que han debutado en esta prueba, la ilusión era máxima. Los entrenos se disfrutaban una barbaridad, y a pesar de las muchas horas de dedicación, siempre te ayudaba el pensar en conseguir la meta: Finisher Ironman.
Los meses fueron pasando, los entrenos, con el apoyo de Hierro "n" (n=número Ironman hechos), se cumplían, y llegó el día de la partida.
La expedición estaba compuesta por Hierro "n", Jorge "Ewok", Felipe "Bomber" y Óscar (compañero de Bomber).
El día D a la hora H, estábamos en el aeropuerto de El Altet, con nuestro equipaje, nuestras familias, o lo que quedaba de ellas, y sobre todo con mucha ilusión y nervios.
Hacemos el embarque, con Airberlin, y para el avión, despedidas, besos, y algún que otro reproche, pero ahora ya no hay quien de marcha atrás.
El viaje muy bien. Las típicas risitas de nervios y tonterías de rigor. Otra cosa fue la llegada a Zurich. Muy tarde, muy muy tarde, las tantas de la noche. Viernes, error, no hay que ir viernes, por que te falta tiempo y el agobio es mayor. Pero bueno, allí estábamos sin saber hacia donde ir. ¿Cogemos el tren, cogemos un taxi, donde se sacan los billetes....?. Total, que decidimos coger el cercanías para trasladarnos hasta el centro de Zurich.
Primer contratiempo. Me lanzo a sacar los billetes es una fantástica máquina expendedora y... ¿qué pasa, los billetes no los quiere, me los devuelve?¿Cómo puede ser, si son francos suizos, recien sacados de la sucursal del Santander de Santa Pola?.
Pues nada, a preguntar. Al primer lugareño que pasa, lo abordamos y medio en inglés medio en lenguaje de signos, le preguntamos que si sabe como funciona esto, que la máquina no va.
De repente, la cara del lugareño es todo un poema, no sabe si es una broma, o es que somos unos paletos (lo segundo). Nos dice que los billetes que tengo, los francos suizos recien sacaditos de la Sucursal del Santander de Santa Pola, que no valen, que son billetes fuera de circulación. Vamos!!!, como si cogemos ahora un billete de 5.000 ptas. y queremos pagar en una tienda.
¡No puede ser, no me lo puedo creer!. Menos mal que tengo más dinero que he pedido en la Cam y éste sí que vale.
Bueno, arreglado el problema, sacamos los billetes, y echamos a correr, ya que el último cercanías está a punto de pasar.
Movida al canto, carreras con el equipaje, las maletas de las bicis, las bolsas... en fin, para echarse a llorar.
Llega el tren y, bueno menos mal que somos españoles y pasamos un poco de todo. La operación para montar las 5 maletas de las bicis en el tren, implica que bloqueemos las puertas del tren, con lo que no se puede poner en marcha hasta que hayamos subido todo arriba, que por cierto no cabía.
Bueno, bueno... Pero ya está. En marcha hacia Zurich.
Lllegamos a la estación central, después de preguntar a una señora sudamericana en el tren, que nos dice cual es la estación para bajar.
Misma operación de desembarco. Bloqueo de las puertas del tren, y los suizos muy educados a flipar con nosotros.
Por fin, TIEEEEERRA. Nos bajamos y empezamos la travesía por las calles del centro de Zurich, hasta que conseguimos contactar con la expedición de unos compañeros de Alicante que están en el mismo hotel, y nos guían hasta el mismo.
Son más o menos las 12:30 de la noche o la 1:00. Estamos rendidos. Hacemos el papeleo para alojarnos y a dormir que mañana será un día muy complicado.
Sádado por la mañana, nos levantamos, desayunamos y nos vamos a recoger los dorsales. El trayecto hasta la zona de la prueba lo hacemos, como no, en tranvía. Una maravilla. Una vez allí, empezamos a flipar, un ambiente fantástico. Recogemos los dorsales, damos una pequeña vuelta y para el hotel. Tenemos que montar las bicis, organizar lo que hay que dejar en boxes el sábado, probar la bici, bajar a boxes, dejar la bici y bolsa de transición, y volver al hotel a preparar el resto de las cosas. Estresante.
Recuerdo especial para mi amigo Ewok, que cuando volvimos de probar las bicis, nos lo encontramos en la escalera del hotel, intentando montar su bici, pero con una cara de terror, por que en el transporte desde Alicante, su bici había sufrido una "avería", la cadena se había girado, dado la vuelta, una cosa rarísima, y nadie de los presentes podía arreglarla. Vamos que se veía fuera de la prueba, pero un servidor, en una demostración de mecánica, la arregló en un periquete ante la mirada atónita de todos. (Qué modesto soy).
Bien, ya estamos preparados, nos vamos a boxes (sábado tarde). Hacemos el check-in de la bici y pa dentro. Colocamos todo, un poco más de tonteo por las tiendas y a correr para el hotel.
Cenamos y preparamos todo bien organizado. Solo falta dormir, pero son las tantas, y aquí no hay quien duerma: calor, nervios, .....
Domingo, día D, madrugón para desayunar, creo que eran sobre las 3:30 o las 4:0 de la mañana. Cada cual desayuna a su aire. Nosotros lo hacemos en la habitación. Yo estoy con Bomber y con Óscar. Jorge y Antonio en sus respectivas habitaciones con sus mujeres.
A las 5:30 de la mañana, aproximadamente, nos vamos hacia el matadero, perdón, hacia la zona de comienzo.
El día pinta bien, aunque parece que vaya a hacer calor. El ambiente es espectacular, y no solo por que es la primera vez, sino por que un evento con tanta gente, es algo que llena mucho la vista.
Miles de bicicletas todas bien colocaditas, mucho colorido, la gente que empieza a llegar. Se acerca la hora. Vamos colocando el material para las transiciones: aquí dejo las zapatillas de la bici, el casco colgado de la bici, las gafas dentro de las zapatillas, el pañuelito para la frente, las barritas energéticas, los calcetines, por este lado las zapatillas de correr, la gorra, los geles.... Parece que ya está todo organizado.
Habrá que ponerse el neopreno, que ya falta poco, y esto cuesta lo suyo, pero antes.... una última cagada y meada... Vamos valientes, que de algo hay que morir.
Con la ayuda de los compañeros, nos embadurnamos bien de vaselina, nos colocamos el neopreno, ajustamos bien todos, recogemos las sobras... y ...... nos vamos a la "playa" de ese inmenso lago que nos espera para romper con estos nervios.
El ambiente se va calentado, la gente empieza a animar, las carracas, la música, el helicóptero de la tele, la muchedumbre empieza a saltar.
Yo, debutante, inexperto, opto por ocupar las últimas plazas de atrás, así no me pisarán en la salida.
5, 4, 3, 2, 1 ..... Esto ha empezado, la locura mundial del deporte. No tengo prisa, hay que disfrutar, despedida de los amigos, ya nos veremos en meta, nos deseamos suerte. Me meto en el agua (creo que soy el último). Empiezo a nadar. El agua está estupenda. Temperatura casi 24 ºC.
No tengo prisa, tranquilamente voy dando una brazada detrás de otra, intentando no perder la línea recta... Y hasta aquí, hasta aquí llegó el gozo, lo bonito de esta historia. Hasta aproximadamente los primeros 750 mts. de la natación.
A partir de aquí, desastre total. Mis sensaciones empiezan a ser malas. Me siento mareado, no me encuentro bien. Serán los nervios, la cena, el desayuno.. El caso es que siento ganas de vomitar, y voy dando brazadas como puedo. Pero es inevitable, no puedo resistir más y me paro, me paro y empiezo a devolver en medio del lago, con la única preocupación de que los voluntarios que están en las barcas no se fijen en mí y puedan obligarme a abandonar.
Sí, esa es mi única preocupación. Pero vomito un par de veces y sigo adelante. Mi cuerpo serrano no está para muchos trotes, pero solo acabo de empezar. No puedo, no se me pasa por la cabeza, abandonar.
Doy la primera vuelta al triángulo que forma el circuito, al cual hay que dar dos vueltas. El estómago lo tengo del revés, pero tengo que seguir. Segunda vuelta, y en el mismo sitio más o menos, otra vez, malas sensaciones, otra vez me encuentro fatal, y después de resistirme, es inevitable, vuelvo a vomitar dos o tres veces. Vaya regalo para los peces, y pobre del que esté cerca de mi. Pero mi preocupación sigue siendo que no me saquen de la prueba. Consigo coger algo de ritmo y por fin llegó al final de la prueba de natación.
La salida del agua y entrada en boxes es desoladora. Creo que solo quedan 3 o 4 bicicletas. Pero mi cabeza solo está en hacer la transición, coger la bici y salir de allí cuanto antes. Y eso es lo que hago. Así que a dar pedales. Una vez en la bici, intento comer y beber algo, a ver si se me asienta el estómago. Pero esto no ha hecho más que empezar.
Durante tantos y tantos kilómetros de entrenamiento en bici, jamás he tenido una sensación tan agotadora y mala como la que pasé ese día. En un momento determinado de la prueba de bici, empiezo a sentirme cansado, pero sobre todo con un sueño insoportable. Mi cabeza solo piensa en bajarse de la bici y echarme una siesta de media hora. Total, media hora eso no es nada. Solo hago que mirar a ver si encuentro algún sitio donde poder tumbarme, un bando, un muro, una repisa. Dormir, dormir, necesito dormir. Me cruzo con alguno de mis compañeros y nos damos ánimos.
El recorrido tiene sus subidas, en las que la gente te anima bastante, pero yo sigo teniendo un sueño enorme.
Esto llega a su fin, la bici está liquidada, completo los 180 Km. como puedo, y llego a boxes. Segunda transición. Zapatillas de correr, gorra, gafas y ale, que no pare la fiesta.
El recorrido de la carrera a pie es fantástico, por un parque enorme que recorre el lago. Vegetación abundante, mucha gente, mucha animación. Empiezo con la carrera, primeros metros, buenas sensaciones: menos mal... Pero lo peos está por llegar. Kilómetros 3 o 4, no me encuentro bien. Me cuesta respirar. No me pasa el aire. Si sigo con este ritmo, me voy a asfixiar (vaya ritmo, total una porquería). No puedo, no puedo, me tengo que parar. Hace un calor asfixiante. Hay mucha gente caminando. Me uno a la romería y empiezo a caminar. De vez en cuando, intento correr, pero es inútil. Me ahogo. ¡¿Qué coño pasa aquí?!. Primero vomitar, luego un sueño insoportable y ahora que no puedo respirar.
Van pasando los kilómetros y me encuentro a Antonio y a Oswaldo (del grupo de Alicante). Están parados hablando, comentando "las mejores jugadas". Vamos que están también para el arrastre. El día avanza, voy caminando, intentando correr, vuelta a caminar, pero no hay manera. En uno de los intentos de correr, me tengo que parar por que estoy asfixiado. Ahora, cuando algunas veces lo pienso, al extremo que he llevado mi cuerpo, .... bueno que no lo quiero ni pensar.
Apenas puedo caminar. La tarde avanza, me paro en un control de voluntarios, me tumbo en el suelo con los pies en alto sobre un banco. Espero recuperarme un poco, de lo contrario... no sé qué pasará. Me preguntan si quiero que llamen a un médico, y les digo que no.
Después de unos 20 minutos tumbado, recupero la respiración. Me levanto, camino, voy a un aseo, descargo, y al salir me junto con unos italianos que también caminan. Es bantante tarde. Controlo mi reloj para saber el tiempo que me queda para terminar. Tengo tanto tiempo para terminar y me quedan tantos kilómetros. Mi cabeza hace un cálculo aproximado y pienso, SÍ, termino. Voy a caminar rápido, como estos italianos, ahora estoy mejor. Me pongo a ellos.
Se está haciendo de noche. Todavía me cruzo con gente en peores condiciones que yo. Qué duro, yo espero llegar, pero esta gente... La gente te anima, vamos Juan Pablo, vamos España...
Ya me falta poco, he cogido la última pulsera, y es de noche. Mis compañeros estarán pensando que no llego. Creen que pienso que tengo 17h. para terminar. Pero no, he hecho mis deberes y sé que solo tengo 16h. Y con mis cálculos... estoy llegando. Últimos metros, paso de caminar rápido a trotar un poco. A la entrada me espera Felipe (Bomber). Me da la mano y me acompaña por la alfombra.
He llegado........ He superado todas las pruebas que no había preparado: vómitos, sueño, y un ataque de asma brutal.
Pero aquí estoy, a pesar de la poca confianza que tenían en mí algunos. Ahora ya en meta, pues lo normal, fotos, abrazos, risas, y una buena ducha, una buena cerveza y retirada al hotel.
El resto ya no tiene importancia.
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7 comentarios:
Se me han puesto los pelos como escarpias ... enhorabuena FINISHER!!
Lo peor de esto seguro que fue la parienta cuando supo lo mal que lo pasaste : 'ves, si ya te dije yo que no fueras' jejeje. Por cierto, me tienes que contar como le diste la vuelta a la cadena ;)
Enhorabuena, campeón. Ahora confiarán más en tus posibilidades.
Ser Finisher es algo grande.
Te lo has ganado.
Gracias por vuestro apoyo.
En breve os contaré mi segunda experiencia, Roth 2008.
Un abrazo.
JP.
Quizás el nulo apoyo de tu mujer fue porque teníais un bebé de tres meses, una hija de 5 años y no teníais casa propia.
Quizás elegiste un mal año.
Quizás tu mujer te dijo que lo dejaras para otro año y no le hiciste caso.
Quizás a tu mujer se le ha infectado la espinita.
Quizás ...
Quizás mi mujer solo quiere que le apoye en sus cosas, quizás mi mujer .......
Por cierto, ESPINITA, NO ERES BIENVENIDO/A EN ESTE BLOG, ASÍ QUE SI VUELVES A PUBLICAR ALGO AQUÍ, TENDRÉ QUE CENSURARTE.
Que lo sepas.
Hola J., soy rampitas, solo decirte que..........te I LOVE YOU.
Y vaya pedazo de blog que te has agenciado, que calladito te lo tenías, muy bien, FELICIDADES.
Un abrazo de tu amigo AR........
RAMPITAS
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